sábado, 23 de enero de 2010

EL FUTURO DEL ALANO ES LA MONTERIA Y LA CAZA MAYOR




Nuestra raza de Alanos españoles debe ser dedicada principalmente a la caza mayor, que es su principal función en los siglos precedentes... Y es la función para la que ha sido recuperado en el siglo XXI.
El caracter de nuestros perros debe ser sufrido y austero. Es más importante que los cachorros sean insensibles al dolor que sean juguetones y cariñosos. Deben ser seleccionados por su perfil insensible. Ningún perro autorizado a la cría puede dejar de demostrar algunas aptitudes básicas ya hoy que los sindicatos de criadores deben apremiar:
· Estar exento de displasia de cadera.
· Estar exento de prognatismo.
· Ajustarse al tipo tradicional de perro montero, sublongilíneo y veloz.
· Capacidad demostrada en pruebas de trabajo sobre piezas de caza, persecución, codicia y mordida fija.
· Coraje y arrojo. El perro de montería debe entrar al agarre decididamente sin preguntar. En su rapidez de acción y en su violencia y decisión está la suerte de los demás compañeros de rehala.
· Penalización entre criadores de prácticas indeseables de ataque y defensa.

El Alano Español vive ahora un momento de resurgimiento y consolidación como raza en nuestro país. Realmente, la crianza de la raza ha retrocedido claramente y parece que estamos peor preparados en perros brillantes que en 1990. Es ahora el momento de sentar las bases que garanticen su futuro como raza de trabajo.

Una vez suprimida la ‘suerte de los perros’ por diferentes órdenes gubernativas, el perro alano dejó de poder usarse en público. La evolución de la ganadería en España (rápida disminución de censos, su transformación para la productividad estabulada con fuerte reducción del tipo ibérico, la articulación de las fincas con embarcaderos y potros de manejo) ha apartado a los mayorales del uso de los alanos, o lo ha convertido en un capricho. La funcionalidad del Alano desemboca nuevamente en la caza mayor. Especialmente alrededor de la Montería española, esa cacería ritual que dura seiscientos años. La caza que sigue practicándose en el centro y sur de España de manera muy semejante –a grandes rasgos- de como se implantó por la nobleza visigoda en la baja Edad Media.

La caza mayor, en definitiva, con sus diferentes modalidades mantendrá la esencia de la raza del Alano en el siglo XXI. La funcionalidad diferencial es la capacidad de alcance y el lance del agarre, que por su violencia, oficio y riesgo, constituye el climax de cualquier montero. En ese trance, conservar la raza de Alanos como perro de caza mayor es una necesidad. Un auténtico chien courant para los franceses y centroeuropeos. El marketing colectivo de los criadores y sus clubes –cualquiiera que sean- debe contemplar esta función primordial. Las tradiciones cinegéticas deben acompañar a nuestros perros en cualquier manifestación donde se presenten. La Montería, la Ronda, el gancho debe constituir en gran medida su supervivencia y objeto de selección. Una raza genuina, de funcionalismo propio, de idiosincrasia tradicional, carácter y morfología diferencial tiene asegurado el futuro en España y en Europa.

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